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Julie es una estrella en una academia de tenis de élite. Cuando su entrenador es investigado y suspendido repentinamente, se anima a todos los jugadores del club a hablar. Pero Julie decide permanecer en silencio. La candidatura oficial de Bélgica para la categoría de ‘Mejor largometraje internacional’ en la 97.ª edición de los Premios Oscar de 2025. Un nombre destaca en los créditos finales de esta película: Naomi Osaka como productora ejecutiva. La tenista no ha ocultado el estrés mental que le provoca jugar partidos de primer nivel. De eso trata exactamente esta película. Muestra a Julie, una prometedora tenista adolescente, lidiando con las consecuencias de un escándalo en su club de tenis. No está directamente involucrada en los hechos, pero no puede escapar de ellos. Aunque la gente que la rodea la incita a ‘hablar de ello’, ella se niega, insistiendo en que no tiene nada que decir. Julie parece ser una chica bastante reservada, aunque es popular entre sus amigos. No es fácil para el espectador identificarse con la protagonista que no muestra sus sentimientos. El resultado es que no pasa gran cosa en la película. Vemos a Julie entrenando, hablando con sus amigos y padres, paseando a su perro y yendo a la escuela. En la superficie, su vida transcurre sin incidentes. Depende del espectador explorar lo que sucede debajo de la superficie. Obtenemos pistas y la vemos luchar, al igual que la gente que la rodea. Pero todo queda sin decir, como sugiere claramente el título de la película. El público que me rodeaba en el Festival de Cine de Gante parecía decepcionado, pero no despectivo. “Esperaba que pasara algo al final”, comentó la chica a mi derecha. “¿Qué sentido tenía?”, comentó la mujer a mi izquierda. Creo que el director dejó la respuesta a esa pregunta abierta a propósito. No la dijo, sino que nos dejó a nosotros descubrirla. Si tiene sentido, creo que podría ser que la preparación de los jóvenes para un entorno deportivo altamente competitivo debe hacerse con el máximo cuidado. Sé que eso no suena espectacular y probablemente no animará a las masas a ver esta película. Pero algunos cineastas prefieren las películas mudas que muestran escenas cotidianas a los espectáculos de alto voltaje. Basta con preguntarles a los hermanos Dardenne, que también produjeron esta película.